Cantinas, bohemios y dandis en el México posrevolucionario
Colección Gustavo Casasola, Tipos y escenas populares/Cantinas y pulques, sin título, 10.9x8.71
En esta fotografía de 1915 observamos presencia únicamente masculina. Los personajes usan bigote y sombrero, rasgos que estereotipan las expresiones de virilidad. A la derecha aparece un fonógrafo.
Los "lagartijos" eran hombres de aparente bien vestir que se paseaban por la calle Plateros para halagar a mujeres de una clase social acomodada y disfrutar de sus riquezas.
Imagen tomada de 6 Siglos de Historia Gráfica de México 1325-1976.
"El lugar común pinta el concepto de bohemia con un trazo grueso que propone un toque de añoranza junto a un aire de fascinación. Entre la irreverencia, la rebeldía, la insolencia y el descaro, la palabra propone el recuerdo de un tiempo brillante en el que los sueños eran posibles. Eso es lo que ha fascinado a la moda, al consumo y a la publicidad, que asocian el término a un estilo de vida sugerente y muy vendible."
Miguel Ángel del Arco Bravo, periodismo y bohemia, tesis doctoral, Madrid,Universidad Carlos III de Madrid, 2013, p. 17.
Cantina “La Fama Italiana” de la calle San Francisco, hoy Madero y Bolívar. Punto de reunión recurrente de los "lagartijos". Colección Villasana/Torres.
La vida bohemia surge como un intermedio entre la burguesía y los obreros.
En Las reglas del arte Piere Bourdieu asocia el surgimiento de esta clase híbrida entre aristocracia y proletariado con la vida artística. Bourdieu analiza a los bohemios y los relaciona con una vida literaria que no está asociada a la comercialización ni al reconocimiento social, y más bien producen y son receptivos a la escritura de vanguardia.
A partir de la vida bohemia se desprende la práctica del dandismo, compuesta por la moda, elegancia, maquillaje, vanidad y frivolidad. Este estilo se asocia inmediatamente con un estilo de vida diferente que por un lado, pugna por un rechazo al capitalismo y la monetización, y por otro, trae a cuenta todo el simbolismo que distinguía a las clases altas durante los siglos anteriores.
La cantina "El nivel" (abajo) inaugurada en 1872 era el punto de reunión de poetas, escritores, vendedores, indigentes, artistas, presidentes, bohemios y periodistas que en sus textos han inmortalizado la historia de este lugar.
La cantina "La Rambla" ubicada en la esquina de Cuauhtémoc y Bucarelli fue refugio de muchos artistas y escritores. El poeta López Velarde escribió aquí varios versos de La suave patria
La compañía El Buen Tono, fabricante de cigarrillos y cerveza, generó publicidad para su empresa a través del arte de Juan Bautista Urritia en 1907. En la imagen se asocia el consumo de estos productos al "buen vestir" y al refinamiento.
Los cromos fueron expresiones visuales de aparición común , podían encontrarse en la publicidad, en calendarios, carteles, o incluso, impresos en objetos como charolas. Estas representaciones propiciaron la creación de un imaginario colectivo. En la imagen de la derecha podemos observar un retrato que Jaime Sadurní hace a Pedro Armendariz; es notable la exaltación que se hace del estilo charro asociado a lo mexicano y, a su vez, del disfrute de bebidas alcohólicas.
La compañía El Buen Tono, fabricante de cigarrillos y cerveza, generó publicidad para su empresa a través del arte de Juan Bautista Urritia en 1907. En la imagen se asocia el consumo de estos productos al "buen vestir" y al refinamiento.